Belén no pudo abrir sus ojitos esa noche. Unas llagas se lo impidieron, así que solo pudo oír cuando la televisión tronó para anunciar que Marina Palomino y Álvaro Cavero habían ganado, y su sueño también. Eso sucedía en la final de Bailando por un sueño, el reality show de la Red Uno.
Belén ahora tiene tres años. Los cumplió este 2017. Ese mal que se apoderó de su cuerpo desde cuando estaba en gestación se llama epidermólisis ampollar, pero es más conocido como piel de mariposa o de cristal. Las llagas aparecen en todas partes y no la dejan vivir tranquila. En enero, su terrible caso saltó a la pantalla boliviana y se supo que uno de cada 100.000 niños la padecen en el mundo, eso la convierte en una enfermedad poco habitual. No hay cura, pero sí un tratamiento, y Álvaro ya tiene el dinero.
Belén pronto viajará a Buenos Aires para recibir ayuda de la Fundación Debra. Vive en Arani, una localidad cochabambina conocida como la tierra del pan y del viento. Allí la crían su madre y su abuelita. Ahora necesitan al padre para que ponga la firma al documento que le permitirá atravesar la frontera sureña. Cuando esté en Argentina se sabrá qué requiere para combatir el mal. Eso será pronto.
Un cochabambino soñador
Álvaro Cavero nació hace 27 años en Ivirgarzama, pero su madre lo llevó a Quillacollo. Allí se crio. Allí fundó Fama, su escuela de baile, ahora quiere abrir una sucursal en el centro de la Llajta. Su vida, después de la TV, jamás será la misma. Ese joven de familia humilde se vio involucrado en un reality show durante seis meses y nunca se le pasó por la mente salir en la pantalla chica. Todavía esa emoción de haber ganado la competencia lo tiene agitado.
Su madre lo llamó desde Italia para llenarlo de adulos, pero su padre, que está en Bolivia, no se acercó hasta el momento. Dice que seguirá ayudando. “Tenemos que llegar a 15 niños para que la Fundación Debra abra en Bolivia. Ya tenemos a cuatro, que se contactaron al canal, mientras el programa se emitía”, relata.
Y su corazón es tan solidario que agrega: “Solo volvería a la TV si es que se tratara de ayudar a alguien...”. Ese dinero, que obtuvo gracias a su esfuerzo en la pista de baile, seguirá dando sus frutos. Una parte de él será destinado a dos niños más del programa. Y eso lo hace sentir útil.
Al otro lado
Esto es guerra cerró su quinta temporada. Y en PAT todo fue una fiesta. Volvieron a ganar Las Cobras, esta vez los beneficiados fueron Selva Jiménez, Cristhian Marmolejo, Yhair Rodríguez y Sharon Valverde. Entre todos se partirán los Bs 40.000, pero la suerte estuvo a favor de Selva y Cristhian y obtuvieron Bs 5.000 cada uno por ser los mejores guerreros.
Todos siguen riendo. Su constancia y su esfuerzo los llevaron a la gloria. Y ya saben en qué gastarán su platita. Selva alistará una maleta, se irá a EEUU y estudiará una carrerra universitaria. Cristhian está en Paraguay, pero pronto retornará a Santa Cruz para planear la compra de una casa propia, ese es el sueño de su madre.
Muy pronto Sharon pondrá un negocio propio y Yhair todavía no sabe en qué invertirá el dinero, pero desea tomarse unas vacaciones en alguna playa y, obviamente, no dejará el modelaje.
