Asbel Valenzuela: ‘Ayudar a alguien es el motivo para bailar en el programa’

— ¿En qué consiste su participación en Bailando por un sueño?

— Trato de escapar de la monotonía, hace 20 años trabajo en medios de comunicación continuamente. De una u otra forma tenemos una esencia comunicacional y artística y ayudar a alguien es el motivo para bailar en el programa Bailando por un sueño. También experimentar algo novedoso y mostrar que artísticamente tengo mucho por dar, eso hizo que me vincule a esta aventura.

— ¿Usted va a bailar para cumplirle el sueño a una persona?

— El programa tiene el formato internacional que permite al soñador junto a la persona conocida o famosa, como la producción nos llama, entrar en una competencia semanal en la que bailamos diferentes ritmos para tratar de alcanzar el sueño que tiene mi soñador. En mi caso yo participo con Tania, ella es la soñadora y es una mujer cochabambina que tiene el anhelo de regalarle a su madre una casa. Son ocho hermanos y ella tiene una historia muy interesante que nos enseña a valorar la vida. Esto me permitió encarar este desafío. Nos estamos preparando más de un mes, dos horas diarias, para competir.

— ¿Viajará a Santa Cruz semanalmente para el show?

— El compromiso es viajar una vez a la semana porque va a ser de lunes a jueves y cualquiera de esos días tendré que emprender viaje a Santa Cruz para la gala nocturna, donde se realizará el show, y volver en el primer vuelo del día siguiente a La Paz para mis actividades cotidianas.

— ¿Cómo hace para organizarse entre el baile, la Tv y la radio?

— Es una rutina integrada al deporte porque tengo ediciones matinales, aunque ahora estoy de descanso de El mañanero, que significa comenzar muy temprano la jornada. Preparar el material de mediodía para el Súper deportivo, del que soy el director y productor, que sale a nivel nacional. Bajo volando a casa para atender a mi perro, que es lo único que por ahí me satura con tiempo. A las 17.00 tengo radio hasta las 18.00, luego vuelvo al canal hasta las 21.00 que termina el noticiero y emprendo mi trabajo físico con el tema del baile. Estoy ocupado hasta las 23.30 de lunes a viernes.

— Tiene un régimen muy disciplinado y mucha energía...

— Sí, trato de estar bien conmigo mismo y dormir con la conciencia tranquila. Esto me permitió llegar y superar situaciones extremas en un día. Yo no soy casado ni tengo hijos, aunque tengo una enamorada que me da la libertad necesaria para enfocarme en un compromiso primordial que es el trabajo. El trabajo es mi pasión y vida, luego de eso busco darme un regocijo a la salud porque nunca pensé tener tanta actividad cada día. A mis 36 años disfruto de ser parte de uno de los eventos televisivos más importantes que vamos a tener.

— ¿Cómo empezó en el periodismo deportivo?

— Comencé muy chico, como a los 13 años. Siempre fui un apasionado del fútbol y de alguna manera quería vincularme con los acontecimientos deportivos. Entonces no había otra forma que acercarme a los periodistas consagrados, en ese momento, para pedirles entrar al estadio y colaborar. Me daban una cámara o una mochila y como era muy pequeño me dejaban ingresar. Así fui entrando a este mundo, determinado día se enfermaba el camarógrafo, luego me invitaban al set para ayudar. Luego fui productor y así fui creciendo hasta ser periodista deportivo, después entré a estudiar Comunicación a la universidad.