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jueves, 21 de mayo de 2015

Mario Cronenbold/// Alcalde electo de Warnes participa en el programa Bailando por un Sueño y dice: Apoyaré el objetivo de mi soñadora

El alcalde electo del municipio cruceño de Warnes, Santa Cruz, Mario Cronenbold es conocido por sus dotes para bailar caporal, incluso en actos oficiales. Cronenbold dijo que se encuentra firme en la competencia por conseguir los Bs 120.000 del premio, que busca su soñadora Fernanda Fuentes Vargas para la construcción de un hogar de niños con discapacidad y llevará el nombre del hijo de su compañera de baile.

¿Esto ayuda a su popularidad?

No estoy en el Bailando por un rédito político, ya terminaron las elecciones, ganamos y ahora estoy comprometido con el sueño. Es fácil criticar y el que lo hace solo se equivoca. Los que critican son los políticos tradicionales que solo se acuerdan del pueblo en época de campaña. (…) Yo soy un político diferente yo no hago las cosas calculando si se suman o se restan. Yo hago las cosas que me llenan el corazón.

¿Si no ganara el Bailando, cumpliría el sueño de su soñadora?

Si está en mis posibilidades por supuesto que sí. A veces, los sueños no son precisamente económicos, a veces es la gestión, es el querer, el poder tener los nexos, los contactos. En caso de no llegar a la final, vamos a luchar porque el sueño no se debe acabar con un baile, ese es el compromiso. Este sueño no va a acabar, ahí voy a tocar las puertas que sean necesarias para mejorar la calidad de vida de muchos niños.

¿Practicar el caporal ayuda en la competencia? Lo vimos saltar alto y caer de rodillas

A la vista parece que doliera, pero no. Todo es práctica al igual que la lucha libre hay que practicar. Yo bailo saya hace años y es cuestión de práctica y siempre lo hago, es el plus que tengo (risas).

¿Cuesta habituarse a la vestimenta que la producción del Bailando designa?

Estamos sobrellevándolo, yo tengo 41 años y en agosto cumplo 42, ya no soy el de 18 y 20 años, cuesta. Me cuesta mucho, hay veces que me ponen vestimenta como a un joven de 18 años. Pero, la motivación no me la quita por seguir luchando por este sueño y no por un rédito político.


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